Junto a mi pequeñita estos días han sido muy calmaditos, mi hijita a logrado ser muy tranquilita y no molesta como la mayoría de los bebes que he conocido, todos muchas veces me decían que moriría de cansancio los primeros meses, que me costaría acostumbrarme, que son muy llorones, que es casi un horror cuando se hacen y hay que cambiarles, pero a mi gran suerte mi hijita es no sé si lo contrario o un caso muy especial.
Mi princesita resulto ser realmente especial, bella como ella sola y como ya he repetido muy tranquila, casi no llora y lo poco que llora a veces la dejo que llore para oírla y que crie pulmoncitos, cuando esta despierta (cosa que es bastante) está muy quietita, no sé si pensando u observando todo su alrededor.
El tener un hijo en verdad es algo bello y maravilloso, me envuelve un cumulo de emociones que en verdad no logro explicar con palabras; la sensación tan solo de tenerla en brazos es especial, y casi no podría compararla con otra alguna.
Su piel y olor es un perfume que te droga, dejándote más allá, casi en algún lugar desconocido llamado babalandia o bobolandia, es que por lo menos a mi me dejan bastante bobita y enamorada de ella.
A tan solo una semana de vida de mi hijita no puedo separarme de ella y es que es tan indefensita que no puedo hacer más que cuidarla y quererla para toda la vida, ahora mi pequeñita será mis ojos, mi corazón y mi razón.
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